Por Daniela del Solar
Este lunes, durante el día Internacional de los Parques Nacionales, se dio a conocer la noticia de que la Reserva Nacional Río Clarillo, ubicada en la comuna de Pirque, fue declarada el primer Parque Nacional de la Región Metropolitana. La decisión ya había sido adoptada por el Consejo de Ministros el año 2016, pero no se había materializado hasta ahora.
Con una superficie de más de 10 mil hectáreas el Parque nacional Río Clarillo es un refugio de bosque esclerófilo para la zona central. La flora presente en este parque se encuentra adaptada a sequías prolongadas como la que aqueja a la Región Metropolitana y colabora mitigando la contaminación atmosférica de la ciudad de Santiago. Además de árboles como el quillay, litre y peumo, el parque posee una gran variedad de fauna, en su mayoría endémica, y algunas especies que se encuentran en estado de conservación vulnerable o en peligro, como el sapo arriero y la iguana chilena.
La recategorización de reserva a parque nacional permitirá que se tomen mayores acciones para la conservación de los ecosistemas presentes en Río Clarillo y se reduzca el uso y explotación de los recursos de la zona. Los parques son vitales en la lucha contra el cambio climático y también son laboratorios naturales por excelencia, ideales para la investigación científica escolar.
Río Clarillo ha sido una parte fundamental de nuestra historia como centro científico. Las y los investigadores CICE han realizado numerosos estudios en la reserva, comenzando en 2017 y 2018 con las investigaciones de Alonso Erazo, Martín Opitz y Tyndall Volosky, quienes estudiaron la dieta de Tucúquere y Lechuza al interior de Río Clarillo. En 2018, Sofía Fuenzalida y Laura Carrasco compararon heces fecales pertenecientes a Zorro culpeo y Zorro gris en sectores de alta afluencia de público dentro del actual Parque Nacional Río Clarillo con el objetivo de evidenciar el efecto antrópico de los turistas y visitantes dentro de la reserva. El año pasado, Catalina Carrasco y Francisco Cornejo compararon la dieta de aves rapaces de un sector suburbano perturbado con la dieta de las aves rapaces presentes en Río Clarillo, un área silvestre protegida.
Sobre todo, lo que más destacamos de nuestro trabajo en Río Clarillo es que desde el primer momento Carlos Peña, quien es el administrador del parque, ha facilitado y fomentado la investigación científica escolar al interior del recinto. Agradecemos profundamente que nos haya abierto las puertas y su buena disposición. Así como también agradecemos a cada uno de sus guardaparques por su tremendo compromiso.